viernes, 23 de marzo de 2018

Día Mundial de la Poesía



En este día quiero brindar por los poetas, por esas personas que celebran la vida, que ven luz donde  otros sólo  ven oscuridad, nos hablan de besos y de abrazos, de, como diría Ángel González, "lugares propicios para el AMOR". No podemos, como él mismo dice, "vaciar el alma de ternura."

¿Qué sería de nosotros, si no existiese este bálsamo sanador, que cura nuestras heridas?

¿Qué, sino sus palabras, nos ayuda  a soportar el paso del tiempo, el desamor, la ferocidad con que a veces embiste la vida?

Hay quien evita adentrarse en estos espacios, por considerarlos ñoños, cargantes. 
Pero, ¿puede haber algo más cargante que recrearse sólo en los desastres, en aquello que produce daño?

Me da igual lo que piensen de mí, me quedo con las palabras de Benedetti. NO TE RINDAS.
¡No me rindo, y no me rendirè jamás!
No dejaré que se apague el fuego de mi alma, porque el AMOR, es cierto. 
NO PERDÁIS NUNCA LA SONRISA.

CON CARIÑO, SARA 💋

domingo, 11 de marzo de 2018

Burundanga, de Jordi Galcerán






Buena tarde la que nos hizo pasar el elenco de actores protagonistas de la mencionada obra, acompañados por su director Gabriel Olivares.

Una reunión diferente que nos abrió la puerta del camerino para descubrirnos los secretos y curiosidades que suceden entre bastidores.

Risas garantizadas en el escenario, hilvanadas sobre un guión valiente que se atreve con un espinoso tema que no se presta a frivolizar pero sobre el cual, de forma relajada, conviene reflexionar.

Una peligrosa sustancia, la burundanga, que anula la voluntad e induce a quien la toma a contar la verdad sin cortapisas, es el elemento que provoca todas las disparatadas situaciones que desembocan en un enredo cómico con un final sorpresivo.

No resulta sencillo mantenerse en cartelera, de forma ininterrumpida, durante 7 años. Razones para ello, seguro que no faltan.

Divertido, irónico y sarcástico su guión aunque siempre respetuoso con el importante tema de fondo que exige máxima sutileza a la hora de abordarlo.

A medida que avanza la trama, desaparece el fuerte impacto inicial y se comprueba cómo hasta los trascendentes problemas son susceptibles de ser suavizados sobre las tablas, con un cuidado toque de humor.

Nada tan acertado como provocar al espectador, al tiempo que saber arrancarle una carcajada para hacerle intencionado cómplice del argumento, a través de continuos gags, hábilmente construidos.

Gracias por habernos brindado la oportunidad de ocupar asiento preferente en este entretenido evento teatral que ilustró "La Tertulia".

Ahora solo resta esperar al próximo mes de octubre y anotar en agenda las fechas de representación de "BURUNDANGA" en nuestra ciudad. ¡Una ocasión única para vestir de gala al emblemático Teatro Circo!

IRENE

Caperucita y el otro / Te quiero, zorra / Corazón de arpía, de Francisco Nieva





Según indican los nuevos creadores, el rojo es tendencia. Se impone como el color indiscutible de la temporada. Supone una apuesta segura con la que conseguir impactar.



Así, con ese tono vibrante, intenso, atrevido y atemporal que a nadie deja indiferente, nos sumamos a esta insinuante propuesta para vestir de radiante actualidad a la protagonista de la Tertulia, la archiconocida "caperucita". Y sin duda, apostamos con acierto, porque el personaje en cuestión ni pasó desapercibido ni tampoco defraudó. Eso sí, lejos de la ingenuidad de esa frágil pequeña que todos recordamos en aquella mítica fábula de nuestra infancia, Francisco Nieva nos sorprende con una "Caperucita y el Otro" adulta, casi feroz; describe a una mujer de "rompe y rasga" que, inmersa en el laberinto de los deseos, se adentra en el peligroso bosque de las pasiones hasta dejarse perder en él.



Los fuertes ingredientes mezclados en el guión aderezaron el talante de los comentarios y opiniones. Todo dispuesto para degustar un apetecible "3 en 1" servido en forma de trilogía, como plato fuerte y principal. Amena la reunión y sugerente el argumento. Una tarde de contrastes salpicada de curiosidades  varias, retratadas por un experimentado anfitrión con sobradas tablas en este arte, que contribuyeron a poder conocer y saborear el teatro de Nieva en estado puro. Más teniendo en cuenta el enlace argumental planteado entre la mencionada obra y otras dos del mismo autor: “Te quiero zorra" y "Corazón de arpía".



Creando continuidad en la lectura de todas, se consigue conexión en la trama. Progresivamente, se percibe como el rojo inicial que caracteriza a Caperucita gana en intensidad y a medida que afloran sus instintos más básicos y primarios, sufre una inesperada transformación en Zoe. Se produce en el personaje una mutación, un “fantástico y brutal" cambio físico que le hace perder forma humana y adquirir rasgos salvajes. Cuando sus impulsos se convierten en irrefrenables no hay vuelta atrás, lo animal vence sobre lo racional. Desde este momento, la evolución va en aumento y culmina con la aparición de la mujer arpía, una figura cargada de erotismo y gran atractivo sexual. La alegoría toma una dimensión grotesca y transgresora que, a la vez que atrapa, crea un sentimiento de repulsa y rechazo. Todos estos elementos unidos a la constante simbología mitológica y mágica contenida en el texto, permiten una lectura rompedora y no convencional, que me resultó tan chocante y entretenida como incomprensible, por momentos.



Haciendo repaso del texto, me planteo qué porcentaje de estos tres rocambolescos personajes se oculta y late en nuestro interior y me pregunto hasta qué punto conviene huir de la discreción y elegir un peculiar estilo de vida "animal print” o si es preferible seguir luciendo ese tradiciónal atuendo que llena y bloquea nuestro fondo de armario.



En cualquier caso, si como apuntaba al principio de este comentario el rojo supone un reto arriesgado, aunque acertado, este será sin duda el color elegido para asistir como espectadora a la próxima representación. Por supuesto, es obligado evitar el amarillo, como es de rigor y marca la tradición. ¡Ea!...  EA Teatro, me refiero, con su innovadora y personal puesta en escena nos dará todas las claves para un mejor y completo entendimiento, sin olvidar algo esencial tanto en la comedia como en la vida: ¡EL DIVERTIMENTO!

IRENE

Muerte accidental de un anarquista, de Darío Fo


"El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y, al hacerse, habla y grita, llora y se desespera."
(Federico García Lorca) 



 

Al concluir nuestra distendida reunión del martes, no pude evítar recordar una peculiar cita literaria que, si la memoria no me traiciona, corresponde al escritor Edgar Allan Poe. A saber: “cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza.”

Así, entre ironía y seriedad, delirio y cordura, invención y autenticidad, disparate y sensatez, sarcasmo y probado rigor, transcurre esta divertida pero profunda historia que acompañó e ilustró de forma amena nuestro último coloquio; un dramático relato salpicado de continuas situaciones cómicas que, desde su impactante inicio hasta su desconcertante final consigue, tan pronto arrancarnos una cómplice sonrisa como dejarnos un inevitable poso amargo, difícil de digerir.

Dos actos y seis personajes caracterizados de forma sutil y escurridiza, casi esperpéntica, hábilmente disfrazados con desfachatez e ingenio bastan y sobran para confundirnos, intrigarnos, inquietarnos e incluso arrastrarnos al borde de una "deseada locura". Una trama estratégicamente diseñada con una clara y decidida intención por parte del autor: poner de manifiesto la obligada denuncia de evidentes e intolerables injusticias, a fin de hacernos reflexionar para provocar en el lector-espectador una necesaria reacción.

Apagados ya los brillos del carnaval, pero con los destellos aún impresos en la retina, esos alocados días donde nada es lo que parece, donde charada y realidad se entremezclan y fusionan, este hilarante y sugerente recorrido teatral por el camino de lo absurdo, plagado de chispeantes aunque trascendentes diálogos y monólogos, contribuye a retirar de nuestros ojos ese engañoso antifaz que nos impide valorar con absoluta nitidez. A su vez, invita a intentar desenmascarar todas aquellas situaciones de la vida cotidiana que bajo la apariencia del raciocinio encubren una distorsionada verdad, que nos confunde y se presta a la manipulación. Es conveniente aprender a delimitar dónde termina la farsa y dónde comienza lo certero.

Al hilo del argumento me planteo cuál es la difusa línea que separa lo juicioso de lo demencial y con qué precisas claves hemos de trazarla, sin miedo a equívocos.

Hoy, desde esta privilegiada butaca de lector aplaudo el acertado propósito del dramaturgo. Acomodada en una discreta fila de este singular escenario, analizando el trasfondo de la obra y teniendo en cuenta el sugerente final abierto de la misma, me niego a archivar definitivamente el caso en cuestión. Asi pues, aludiendo de nuevo a la frase con que iniciaba este comentario, me tomo la licencia de ampliar los numerosos interrogatorios contenidos en el guión del texto para añadir una pregunta más. A modo de reflexión, dejo en el aire un interrogante tan atrevido como lógico:

Para alcanzar la buscada verdad, ¿en ocasiones resulta “forzoso dar la vuelta a la camisa?”

A la luz de todos los datos aportados... ¡CASO REABIERTO! Continúa la investigación.

IRENE